Es la historia de una mujer que hace un viaje desde el pasado hacia el amor propio y el empoderamiento. En esta obra se unen el drama y la comedia para dar vida a diferentes personajes femeninos, todos ellos dotados de ternura, pasión y verdad. Viajando entre el pasado y el presente, Soledad, la protagonista de esta historia, toma conciencia de cómo las mujeres seguimos repitiendo los patrones patriarcales aun sin quererlo y por supuesto sin haberlo planeado. El texto, escrito por Ángela Conde con la supervisión de Alejandra Jiménez-Cascón, está concebido para que una actriz se desdoble en todos los personajes, sosteniendo el espacio, la construcción física y el arco emocional de cada uno de ellos a través de la expresión corporal y la máscara contemporánea. Este espectáculo pretende hacer un homenaje a las mujeres invisibles, las madres, las abuelas y las hijas, las que cuidaron en silencio, las que se revelaron, las que callaron por miedo… «Todas las mujeres que habito están en mí, me pueblan, me ayudan, y también me hacen sufrir, todas las mujeres que habito fueron nombradas como hijas de, hermanas de o nietas de algún hombre. Hombres que sí tenían derecho a ser nombrados. Hoy ha llegado el día, el día de contar su historia a través de la mía»